Encuentro 50+4 | G. E. Niphargus

La primera crónica detallada de una exploración la escribió B. Martínez en “Recuerdos y Añoranzas de un Cura Jubilado” (1977). Se trata del recorrido integral de la Cueva de las Vacas desde la resurgencia al sumidero en la Hoya de Piscarciano. A partir de 1975 todos los trabajos se llevarán a cabo por el G.E. Niphargus que da por concluido el trabajo en la campaña estival de 1990.

Piscarciano – Vacas – Arenas es un Sistema Kárstico de origen freático en la actualidad presenta una actividad hídrica marcadamente estacional, en relación con el régimen pluviométrico comarcal. Durante el período estival (junio – septiembre), la cueva permanece semiseca, con volúmenes de agua cuantitativamente poco considerables y muy localizados en el contacto con el nivel freático. Sin embargo en las estaciones húmedas, buena parte de la red se inunda, sifonándose las galerías situadas a cotas más bajas.

En períodos de especial intensidad de lluvias la cavidad funciona como una activa Surgencia, llegando a inundar plenamente la gran dolina que forma la Hoya de Piscarciano, debido a la insuciente capacidad de drenaje del Sistema y al fondo arcilloso de la misma, que actúa como un manto impermeable que favorece la retención de las aguas desalojadas por la boca de Piscarciano.