Bonita cueva acuática que alterna zonas secas con lagos, ríos, charcos y badinas de preciosa agua turquesa. La cueva no tiene grandes dicultades, es horizontal y simplemente hay que superar algunos resaltes y progresar por zonas acuáticas. La aproximación la realizamos por un cómodo sendero que va ganando altura progresivamente hasta llegar a la boca de entrada de la cueva. Nos pondremos el neopreno en la calle ya que entramos directamente al agua y comenzamos nadando. A continuación nos encontramos trepadas y destrepes, entre curiosas formaciones y, a ratos secos y a ratos mojados, vamos recorriendo la cavidad. El retorno lo realizamos por el mismo camino que la aproximación por comodidad pero podríamos ir bajando por la famosa cascada y seguir carteles indicativos hasta llegar al aparcamiento del pueblo.
